martes, 22 de noviembre de 2016

Orbaiz - Navarra

La polémica construcción de la presa de Itoiz, iniciada en 1987 y paralizada en varias ocasiones, a veces de forma violenta, ha pendido como una gigantesca losa sobre algunas localidades ribereñas del Urrobi, como Nagore, Itoiz y Orbaiz, provocando la marcha masiva de sus habientes a otros lugares con un porvenir menos incierto.
El caserío de Orbaiz es uno de los que más han sufrido esta despoblación y en sus callejones desiertos solo se dejan ver, de vez en cuando, algunos vecinos de fin de semana que aún mantienen, débilmente, sus raíces en el lugar.
La villa de Orbaiz estuvo formada por una veintena de casas que se alzaban a lo largo de tres calles empedradas y en la que vivían más de setenta habitantes, dotados de escuela y de una iglesia parroquial consagrada a San Martín. La economía local se basaba en el cultivo de trigo, avena, maíz y patatas, en una ganadería variada y en el aprovechamiento de las riquezas del entorno, rico en bosques y en canteras de piedra caliza. En épocas de escasez, algunos vecinos obtenían también beneficios de actividades menos lícitas como el contrabando de caballos.

Ventanas ojivales
Siglos después, un silencio pesado y amenazante invade el caserío, abandonado a finales de los 60 y en el que todavía se conservan en buen estado la mayoría de las casas, con hermosos portones de madera y algunas ventanas ojivales.
Entre las construcciones destaca el torreón de una casa fuerte del siglo XVII, así como la iglesia, una sobria construcción que ha perdido ya sus campanas, trasladadas por el obispado a Andoain. No lejos del pueblo, sobre un alto, se asienta la ermita de San Emeterio, que quedará bajo las aguas del pantano si finalmente éste se lleva a cabo.

(Pilar Alonso y Alberto Gil)

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