sábado, 27 de abril de 2019

Plágaro - Burgos



Los tres últimos vecinos de la pequeña localidad de Plágaro abandonaron sus casas en el año 1971. El pueblo quedó abocado definitivamente al silencio y la vegetación comenzó a invadir sus calles y casas. El alcalde del Valle de Tobalina, Rafael González Mediavilla, cree que este enclave privilegiado ubicado a los pies de la Sierra de Árcena, dentro del espacio natural de Montes Obarenes, aún tiene una oportunidad, la de convertirse en un «complejo turístico enfocado al disfrute de la naturaleza, la caza y la pesca y en un innovador concepto de parador de turismo» gracias a los fondos del Plan Garoña.
Para conseguirlo, presentará su idea ante el Ministerio de Política Territorial antes de que se celebre el próximo Consejo de Dinamización del entorno de Garoña. En el Ayuntamiento del Valle de Tobalina se trabaja a diario en dar forma a las ideas que buscan promover el desarrollo económico del municipio y amortiguar así las consecuencias que acarreará el cierre de la central nuclear. González Mediavilla insiste en que «lo idóneo y lo que seguimos defendiendo es que Garoña continúe funcionando hasta 2019 y así los proyectos se vayan ejecutando con tiempo suficiente».
Sea como sea, el alcalde tobalinés peleará por este nuevo candidato a albergar el parador de turismo, ubicado en el entorno más cercano a la planta, porque «la zona que creo que merece más el parador es el Valle de Tobalina y, además, es una idea original». En Plágaro quedan en pie la iglesia de San Pedro Apóstol (S.XIII) con restos de pinturas góticas, una magnífica Casa Rectoral construida por el clérigo Vicente Sebastián de Herrán en 1741 y restos de unas pocas edificaciones, que en el año 1752 llegaron a sumar un total de dieciséis.
El pueblo conserva el sabor de antaño, al carecer de calles asfaltadas, aunque cuenta con dos accesos adecuados por carretera. Plágaro siempre fue una población muy pequeña y, según los datos recabados por Elías Rubio en el libro Burgos. Los pueblos del silencio, solo contaba con 71 habitantes en el año 1940. Si los planes del Consistorio tobalinés dan resultado, aún puede recuperar el aliento vital y convertirse en un espacio turístico singular.
Previa compra de las edificaciones, dado «que no habría problema para adquirirlas», a juicio de González Mediavilla, la idea es recuperar y restaurar todas las casas, conservando en la medida de lo posible los rasgos de la arquitectura tradicional castellana, y transformarlas en alojamientos. Mientras, las instalaciones comunes para los huéspedes, como el restaurante o la recepción, se propone ubicarlas en los espacios más singulares, como la Casa Rectoral o la iglesia de San Pedro Apóstol.
González Mediavilla pretende «crear un gran coto de caza alrededor de Plágaro» y ofrece las 13.000 hectáreas de terreno que el Valle de Tobalina ya tiene acotadas para la práctica de la caza». Él y su equipo venden Plágaro como un posible «complejo cinegético que permitirá a sus clientes, no solo pasar unos días practicando los deportes de la caza y la pesca, sino también todo tipo de actividades pensadas para un turismo familiar, como visitar los pueblos y lugares turísticos de interés del entorno». «Muchos turistas europeos viajan en busca de practicar este deporte o hobby y aquí tenemos mucha caza que ofrecer», añade el alcalde tobalinés.


Pueblos abandonados o despoblados 

Pinyeres - Tarragona


Pinyeres era y es una preciosa localidad, aunque el aislamiento de la misma hacia muy complicada la vida ahí, lo que provocó que muchos habitantes emigraran.
A partir de los años 70 y durante unos años, Pinyeres daba cobijo a aquellos que iban a cazar por esas zonas. Hoy en día, los descendientes de Pinyeres se reúnen el último domingo de agosto a celebrar el día de su fiesta.

Sensación rural

Muro de Bellos - Huesca


Enclavado en el Pirineo aragonés, en el municipio de Puertolas, se encuentra Muro de Bellos, un bonito pueblo de casas concéntricas colocadas estratégicamente para la defensa del pueblo.
La razón del abandono de este pueblo, con su bonita plaza e iglesia, es como en muchos otros pueblos la emigración de sus habitantes a ciudades o pueblos más grandes en busca de otro estilo de vida. No obstante, en este pueblo quedaron dos personas hasta 2002. Hoy en día es increíble pasear por sus calles, pero más si cabe las vistas que podemos observar desde Muro de Bellos.

Sensación rural

viernes, 26 de abril de 2019

Polituara - Huesca

La construcción del Embalse de Búbal en 1971,  a dos kilómetros de Polituara, supuso la expropiación de sus casas y la modificación del histórico trazado del camino junto al río Gállego. El despoblamiento del caserío, abandonado en el fondo del valle y a la sombra de la presa, lo sumió en la ruina absoluta que hoy presenta.

(Pueblos abandonados o despoblados)

Apartadero de Pinar Grande - Soria

La categoría de esta terminal de carga variaba en función de la cantidad de mercancías expedidas. Originalmente clasificada como apartadero, fue considerada en diferentes ocasiones como estación, se llegó a degradar a apeadero y terminó sus días de uso tal y como empezó.
Las instalaciones a mayor altitud de la línea (1163 metros) se destinaban al tráfico maderero y no al servicio de pasajeros pero la estación contaba con el edificio de viajeros típico de la línea, ya que los empleados solían utilizar el tren para acudir al trabajo.
El muelle era descubierto y contaba con una gran grúa que cargaba los vagones con los troncos procedentes del inmenso pinar que le daba nombre.
Además existía una báscula para vagones y un gran edificio auxiliar, posiblemente administrativo.
El estado general es lamentable, siendo en esta ocasión únicamente responsables los elementos meteorológicos. 
Para cualquier aficionado al ferrocarril resulta doloroso ver estas palancas de la caseta de enclavamientos totalmente oxidadas. Una lástima.
Un total de cinco vías servían a la terminal: la general, la de sobrepaso, dos terminadas en topera y una para el muelle de carga.

Esperando al tren 

Panificadora de Pontevedra - Vigo

Esta antigua fábrica de productos como pan y harina recorta el horizonte de Vigo desde 1924. Estuvo operativa desde entonces hasta 1980, cuando la quiebra de la empresa propietaria provocó su cierre. Al borde de la demolición durante muchos años (en 1988 los propietarios firmaron un convenio con el Ayuntamiento de Vigo para demoler la fábrica y reedificar la parcela), finalmente logró salvarse por temas legales y por un fuerte movimiento social que identifica el especial edificio como patrimonio de la ciudad. 
Continúa abandonada, pero ya con un plan de futuro: su rehabilitación salió a concurso y fue adjudicada el año pasado. Sera una biblioteca, centro cultural, coworking y muchas cosas más.

jueves, 25 de abril de 2019

Estación fantasma de Chamberí - Madrid

Entrar en el vestíbulo de esta estación es como cambiar de época completamente y transportarte al Madrid de los años 50. 
La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera Línea de Metro inaugurada en Madrid en 1919. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de sus trenes y ante la imposibilidad de alargar la estación, la clausuró en 1966. 
Esta estación se encuentra en la Plaza de Chamberí.  Consulta los horarios de visita.

(El Mundo)

jueves, 18 de abril de 2019

Más del Labrador - Matarraña

En plena comarca del Matarraña, en Teruel, se encuentra Mas del Labrador, el cual tuvo una gran importancia en sus años, llegando incluso a tener una cárcel propia.
Con la Guerra Civil, Mas del Labrador fue el foco de muchos combates, lo que le perjudico bastante y ya en los años 40 casi ningún vecino quería volver a vivir allí. A partir de aquí, ya será en los años 60 cuando definitivamente queda abandonado. Hoy en día, se pueden visitar sus ruinas.

Sensación rural

Peña - Navarra

Enclavado en una colina, en donde las casas en ruinas parecen que van a caer rodando por la ladera encontramos a este enigmático pueblo de Navarra: Peña.
Esta villa se encontraba bajo propiedad de una familia, quienes arrendaban las casas a los vecinos. A lo largo del tiempo, con la finalización de esos arrendamientos y con la emigración en busca de mejores condiciones de vida, los habitantes de Peña desalojaron el pueblo hasta quedar abandonado. Cuentan los antiguos lugareños que un día se estrelló un avión de la Segunda Guerra Mundial, y que su piloto fue enterrado en Peña.

(Sensación rural)

Central Nuclear de Lemóniz - Vizcaya

Está sin estrenar. La central nuclear no llegó nunca a funcionar debido a una moratoria nuclear que paralizó las obras en 1984 y así está desde entonces, pero esto no significa que no sea un lugar de importancia histórica: ETA atentó varias veces en la central, lo que costó la vida a cinco personas. Está abandonada desde la moratoria, a la espera de ver qué se hace con los enormes edificios.

domingo, 7 de abril de 2019

Peñalcázar - Soria

Peñalcázar está situado en lo alto de una meseta de difícil acceso, posee una muralla semiderruida levantada en el borde de la roca que la rodea.
Al parecer Peñalcázar fue abandonado definitivamente en la década de los años 60. 
La dureza de su clima, (muy extremo en invierno) y sin agua  potable, (los vecinos tenían que bajar a por agua a la fuente cercana) hicieron que se despoblara.
En general el pueblo está semiderruido a excepción de algunas casas y la iglesia que aún conserva sus fachadas y el campanario aunque sin campanas que como en la mayoría de pueblos abandonados han sido expoliadas.
También se pueden ver los restos de un aljibe donde se recogían las aguas de lluvia para ser aprovechadas. 

Júnez - Zaragoza


Enclavado a 550 metros de altitud en las Cinco Villas, se encuentra este precioso pueblo abandonado, donde a día de hoy se mantienen las casas casi intactas. Hablamos de Júnez.
La vida era muy dura en Júnez debido a su aislamiento, por ello sus habitantes decidieron emigrar a las localidades más cercanas, dejando abandonado así al pueblo.

Sensación rural

Ainielle - Huesca

Sería simplemente un pueblo más de los muchos que han ido quedando abandonados en el Pirineo aragonés, pero su suerte cambió en 1988, cuando Julio Llamazares lo convirtió en protagonista de su novela «La lluvia amarilla». El libro, triste, descorazonador y maravilloso, es el monólogo interior del último habitante de Ainielle. Nos cuenta cómo la gente se fue yendo poco a poco, cómo los últimos vecinos dijeron adiós y cómo, tras la muerte de su mujer, se convirtió en el habitante del pueblo. 
Desde la publicación del libro, Ainielle, deshabitado desde 1970, es una especie de lugar de peregrinación. Puedes ir por tu cuenta o participar en la Senda amarilla, una marcha senderista anual de Oliván a Ainielle.

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