domingo, 2 de abril de 2017

Antiguo Sanatorio de Tuberculosos de Sierra Espuña - Murcia

Este edificio albergó a enfermos de tuberculosis y lepra, se construyó en la Sierra de Espuña entre los años 1917y 1934. Se encuentra en la pedania de El Berro y es propiedad del Gobierno de la Región de Murcia.
Actualmente esta en estado ruinoso y tiene riesgo de derrumbe.
Su construcción comienza en el año 1913 ante los estragos que estaba causando la tuberculosis entre la población civil.
Dado el carácter contagioso de esta enfermedad se decide recluir a los enfermos en un lugar aislado.
La primera parte de su construcción finalizó en 1917, aunque no fue hasta 1934 cuando se terminó por completo. La construcción fue lenta ya que fue levantado por los propios vecinos en los meses del verano y se aprovechaban los inviernos para recaudar fondos.
En 1931 el edificio pasó a ser propiedad del Estado.
Con los años se fueron añadiendo habitaciones como la casa del conserje, el depósito de cadáveres, los velatorios y un acueducto para recoger agua del deshielo.
El hospital contaba con doscientas camas y 50 empleados. En la planta superior se ubicaron los enfermos más graves que necesitaban reposo y estaban aislados; mientras que, en la planta baja lo hicieron los menos graves pudiendo dar incluso paseos por la sierra y ser visitados por los familiares. Normalmente la mayoría acababa subiendo a la planta alta y muriendo tras una larga agonía. Una vez a la semana subía en carro el sepulturero del cementerio de Alhama a recoger los cadáveres para darles entierro.
En 1949 se descubre la estreptomicina que supuso un cambio radical en el cuidado de enfermos con tuberculosis. Poco a poco muchos de los internos fueron recuperándose de las graves dolencias que padecían y se decide reconvertir el lugar en un orfanato.
Los elevados gastos de manutención de un edificio de tal envergadura hacen que en 1962 se cierre.
A principios de la década de 1980 el Gobierno Regional hace una fuerte inversión para reconvertirlo en un albergue juvenil pero la falta de presupuesto hace que sólo se rehabilite el ala izquierda, en En 1995, se echa el cierre definitivo y da comienzo su abandono.
Una leyenda negra pesa sobre este lugar, los visitantes afirman haber vivido experiencias paranormales en el interior del hopital.

Enxertal - San Martín de Valledor

La localidad de Enxertal, enclavada en un paisaje montañoso y de profundos valles, es un caserío levantado sobre una aguda pendiente dentro del término de San Martín de Valledor, nombre que parece evocar la tradición minera de estas tierras, explotadas en época de los romanos.
La aldea, que a comienzos del siglo XX superaba los 110 habitantes y en 1970 todavía contaba con 90 vecinos, está integrada por unas diez casas de piedra, en su mayoría bien conservadas y con algunas magníficas paneras rodeadas por barandillas de madera tallada.
El carácter aislado del lugar, que a veces queda incomunicado por las nevadas, fue la principal causa de su despoblamiento. Sólo se quedó a vivir una familia, tal vez siguiendo la costumbre -generalizada en muchas aldeas- de que alguien se mantuviera al cuidado de las tierras y de la casa paterna mientras los demás emigraban intentando mejorar su vida.
Al entrar en el caserío, un grupo de toscas colmenas hechas con corcho y pizarra, anuncian al viajero cierta actividad y un aprovechamiento tradicional de la tierra. Después, la calle comienza su descenso por la ladera, entre casas de buena planta que se defendían del frío gracias a sus gruesos muros de piedra y con ayuda de una cocina de leña o carbón, única fuente de calor de la vivienda.
En la parte baja del pueblo se conserva la antigua capilla, un mínimo templo ante el cual mana una fuente de frescas aguas. A partir de aquí la calle parece perderse en el fondo del valle, por el que transcurre el río del Oro. A ambos lados del cauce, sobre las laderas, se abren paso estrechos senderos y caminos de cabras cubiertos de maleza.

Erillcastell - Pont de Suert

Erillcastell es un pueblo medieval que pertenece al ayuntamiento del Pont de Suert, en la comarca de Alta Ribagorza.
No hay accesos sencillos a Erillcastell, se puede hacer caminando desde el pueblo de Malpás o en 4X4 desde un llamado "camino de las Girostas" que suele estar cerrado.
Es conveniente consultar en el ayuntamiento como conviene llegar al lugar.
El pueblo tiene una iglesia parroquial dedicada a Santa María que pertenece al arzobispado de Liéida y que se encuentra abandonada
Del castillo que da nombre al pueblo apenas quedan unas pocas ruinas, se le conoce desde el año 1024 y pertenecía a la familia Erill.
Erillcastell tenía una mina de carbón que posiblemente fuera del mismo yacimiento que el de las minas de Malpás.

(Pueblos fantasmas de Cataluña)