lunes, 16 de enero de 2017

Illán de Vacas - Toledo

Illán de Vacas está al borde de su extinción como municipio, y no es una frase hecha. Esta localidad situada al Este del partido judicial de Talavera se ha visto confirmada como la de menor población de toda España   tras perder en el último Padrón uno de los dos vecinos que mantenía un año antes, según constata el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con semejante progresión, podría convertirse en un despoblado en breve.
Illán de Vacas ya era conocida como el municipio con menos habitantes de Toledo, pero los últimos años han ahondado su progresivo vaciamiento. En las elecciones municipales de 2011, aún conservaba cinco vecinos registrados, tres hombres y dos mujeres, con capacidad para elegir a su propio alcalde. Sin embargo, en el Padrón elaborado por el INE a enero de 2012 se efectuaba una importante criba, reconociéndose sólo dos empadronados, un hombre y una mujer. Esta fémina es la que ha desaparecido en el último Padrón depurado por el INE, el correspondiente a enero de 2013, en el que queda como único inscrito un hombre. Se supone que éste será el propio regidor, Julián Renilla Bru (PP), que posiblemente es el alcalde más veterano de la provincia ya que ha sido periódicamente reelegido desde 1983. Este medio ha intentado contactar con Renilla en los cuatro teléfonos de Illán que recoge la Guía Telefónica, sin éxito.
Con esta población menguante, Illán de Vacas ya da la impresión de una población fantasma. «Vas por allí y no ves a nadie», explica de manera gráfica el alcalde de la vecina Otero, Juan Lorenzo Moreno. Este edil señala que la única actividad visible en el municipio es la agraria, con una importante explotación de cereal, aunque le consta también que se mantiene conservada la iglesia del lugar. Este templo suele acoger, anualmente, un encuentro de oriundos del pueblo que conservan casas de veraneo en Illán.
Mientras el alcalde quiera, no desaparecerá.
La resistencia de este municipio a desaparecer, después de que en los años 90 rechazara un proyecto de fusión con la cercana población de Los Cerralbos, resulta aún más sorprendente en estos tiempos, en que se ha anunciado una reforma de la Administración Local llamada a racionalizar la red de municipios. Sin embargo, ni esta reforma amenaza la existencia de Illán mientras conserve su único empadronado. Fuentes de la Diputación confirman que ningún proceso de anexión podrá iniciarse mientras no lo solicite el Ayuntamiento de Illán, ya que la institución provincial sólo tiene el papel de tramitar el proceso posterior.
En el Consistorio de Los Cerralbos no consta que el alcalde de Illán quiera promover una fusión. Lo mismo sucede en el caso de Cebolla. Su alcalde, Rubén del Mazo, asegura que su municipio sólo lo estudiaría si su colega de Illán se lo pidiera expresamente. «Si Julián nos dijera algo, lo veríamos, pero no ha habido dialogo en ese sentido», comenta manifestando que se mantiene en contacto con el alcalde de la diminuta población. «Nosotros en lo que podemos ayudarle en temas administrativos, le ayudamos», explica del Mazo.
El alcalde de Otero, por su parte, no tiene este trato habitual con el regidor de Illán, y señala que la anexión sería más práctica, por cercanía, con Los Cerralbos o Cebolla. Moreno ve «extrañísimo» que pueda existir un pueblo con tan pocos habitantes «cuando se está hablando de quitar ayuntamientos y unirlos, e Illán sigue ahí».

(La Tribuna de Toledo)
 

Honquilana - Valladolid

Honquilana es un pueblo abandonado del que apenas quedan algunos muros en pie. Se encuentra en la provincia de Valladolid, justo en el límite con la provincia de Ávila, a la que pertenecia anteriormente. Lo que más nos llama la atención al aproximarnos a nuestro destino, es que a pesar de que el pueblo se abandonó definitivamente a mediados de la década de los ochenta, aún aparece su nombre en el indicador del desvío desde la autovía. También se conserva a la entrada del pueblo el cartel que indica la entrada a la población.
Encontramos referencias a Honquilana en algunos escritos de 1250, donde aparece con el nombre de Fuentquilana, topónimo de origen latino que puede suponer un indicio de asentamientos romanos en la zona.
En el siglo XVIII, Arévalo, en el partido de Ávila, se encontraba dividido en seis Sexmos, entre los cuales estaba Sinlabajos, al que pertenecía la población de Honquilana. Encontramos referencias a Honquilana en el Diccionario geográfico y estadístico de España y Portugal, de Sebastián de Miñano y Bedoy, publicado entre 1826 y 1829, en el que aún se cita a Honquilana como sexmo de Sinlabajos. La población, en el momento de publicar la obra, constaba de 8 vecinos y 34 habitantes, y tenía una extensión de 1.000 fanegas, 900 de ellas cultivadas.
Posteriormente, en el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar, publicado entre 1846 y 1850, se cita a Honquilana como perteneciente al partido judicial de Olmedo, y se incluye un pequeña descripción de la población, que constaba de 6 casas y una iglesia parroquial, Nuestra Señora de la Asunción, además de un cementario colindante con la parroquia. La poblacion total era de 6 vecinos, 20 habitantes.
Actualmente el trazado del Camino de Santiago en su variante de Levante, atraviesa Honquilana en su primera etapa.
Parece ser que a Honquilana nunca llego la luz eléctrica, pese a estar bastante bien comunicado. Tal vez esta fuera la causa de su abandono, y sus últimos vecinos decidieran marcharse buscando mejores condiciones de vida. A día de hoy, aun se pueden ver algunos de los muros que formaron las viviendas y la iglesia, la mayoría de adobe y ladrillo, la calle principal y algunas calles secundarias, aunque apenas queda nada en pie. 

(Donde duerme el olvido)

Cabrejas del Pinar - Soria

Con unas condiciones climáticas plenamente invernales que nos acompañaron durante toda la visita se acentuó la tristeza de ver otra estación completamente en ruinas.
Poco podemos decir de un lugar devorado por la maleza y al que ya casi no se puede ni llegar aún a pesar de que la N-234 se encuentra a escasos 10 metros.
En pie quedan (por poco tiempo) el edificio de viajeros y la caseta de los servicios. 

(Esperando al tren )