domingo, 16 de octubre de 2016

Aloz - Navarra

Aloz está situado en el valle de Lónguida, dentro de lo que era el término de Itoitz, concretamente entre Orbaiz y Zazpe. La construcción del embalse de Itoitz dejó este despoblado en la misma orilla del embalse.
 

Historia
La primera referencia documental que nos habla de este antiguo lugar de señorío nobiliario data del año 1203, que es cuando su titular, Sancho de Aloz, dona el lugar a Santa María de Roncesvalles; ese documento nos permite también conocer que en aquél momento cultivaban sus tierras dos villanos de Górriz.
El Libro de Rediezmo del año 1268 le imputa una renta eclesiástica de 2 cahíces, 2 robos, y 3 cuartales de trigo. En 1366 consta que estaba despoblado este lugar, aunque a la vez se informa que en este mismo año existía allí una casa u “hospital”. En 1646 había 1 fuego; en 1786 había 5 habitantes, y en 1824 constaban 6 vecinos censados. A partir de entonces quedó considerado como despoblado.

(Pueblos deshabitados de Navarra)



Aldealcardo - Soria

Tan solo la tradicional placa situada a la entrada de los pueblos identifica a la localidad de Aldealcardo y permite deducir que no hace tanto tiempo estuvo habitada, antes de que sólo se oyera graznar a los grajos mientras sobrevuelan los tejados hundidos al atardecer, cuando el sol se cuela por los huecos de las ventanas,proyecta sobre la maleza unos desconcertantes juegos de luces y sombras, triste patrimonio de estos caseríos que han quedado a la intemperie.
Hace décadas, la aldea contaba con 25 casas de pobre construcción, habitadas por un centenar de vecinos que sacaban buen partido de la calidad del terreno y utilizaban los abundantes manantiales para las casas y el riego de las huertas. El aprovechamiento de los pastos para el ganado, la utilización de la madera y la siembra de cereales, hortalizas y frutas garantizaban la subsistencia durante todo el año. A mediados del siglo XX, las repoblaciones acometidas por el Estado rompieron ese equilibrio y, una tras otra, las familias abandonaron Aldealcardo.

Huesos humanos
Hoy el trazado del caserío es un laberinto de paredes hundidas y calles forradas de vegetación, en el que apenas destaca un caserón algo más entero. Aislados del pueblo se encuentran el cementerio y la monumental iglesia, una de cuyas paredes sirvió como frontón.
El edificio conserva elementos góticos en el coro bajo y una escalera de piedra berroqueña que sube al campanario. El pulpito arrancado, los altares reventados y la desnuda sacristía ofrecen un patético espectáculo de saqueo que afectó también al enlosado y dejó al descubierto huesos humanos de pasados enterramientos.


(Pilar Alonso y Alberto Gil)