sábado, 8 de febrero de 2020

Salgueiro - Orense


Regresamos a Ourense para presentar las bondades de Salgueiro, un pequeño municipio de la región de Muiños que puede localizarse en el mismo corazón del Parque Natural Baixa Limia-Xures. Un paraíso natural en el que las casas de piedra caliza vuelven a ser las protagonistas y en el que no habita ni una sola persona desde finales de los años 60. 
Eso sí, para poder visitar el pueblo de Salgueiro es necesaria una autorización previa por parte de la sede del Parque Natural y el Gobierno de Galicia. 
Sin duda, un antiguo municipio que aún guarda esa esencia tradicional gallega que se ha ido perdiendo con el paso de los años.

OK Diario

Polvoranca

Polvoranca fue una aldea situada entre las localidades de Leganés, Alcorcón y Fuenlabrada, en la Comunidad de Madrid (España). Habitada hasta el siglo XIX, su emplazamiento de aproximadamente 150 hectáreas es ocupado hoy por el parque de Polvoranca. De los pocos restos que quedan del antiguo pueblo destaca la iglesia de San Pedro Apóstol, bastante deteriorada por el paso del tiempo y su desuso.

Historia
La existencia de Polvoranca se remonta a la época medieval, si bien no existe una constancia oficial de su creación. En 1575 el conde de Orgaz vendió sus posesiones al licenciado De León y su esposa Ana de Ossorio. A partir de ahí se creó el mayorazgo de Polvoranca, que se encontraba a media legua de Leganés.[1]​ Durante toda su existencia los terrenos continuaron perteneciendo a la nobleza y sus habitantes están sometidos a un régimen feudal. La zona estaba situada en los arroyos naturales de Recomba y Cantochado, y su sistema económico estaba basado en la agricultura y ganadería. En 1655 se levantó la iglesia de San Pedro, de estilo barroco, sobre los cimientos de la antigua ermita. En esa época, la población total se situaba en torno a 300 vecinos.
Polvoranca comenzó a sufrir un importante descenso demográfico debido a las enfermedades derivadas de la cercanía de los ríos, y la climatología adversa. A su vez, el crecimiento de Leganés, Fuenlabrada y otras ciudades del sur provocó que los vecinos abandonaran el pueblo durante los siglos XVIII y XIX. En 1849 Polvoranca fue oficialmente absorbida, de forma natural, por la villa de Leganés. En el imaginario popular de la época, Polvoranca pasó a estar considerado como un «ugar maldito». Años después, el escritor Benito Pérez Galdós describiría Polvoranca en su libro Nazarín.
En la actualidad, parte de la zona fue reconstruida artificialmente para dejar paso al Parque de Polvoranca. Sin embargo, otros patrimonios de Polvoranca como la iglesia de San Pedro continúan abandonados y en un grave estado de deterioro, sin previsiones a corto plazo para su rehabilitación. Durante un proceso iniciado en 2005 por el ayuntamiento de Leganés para evaluar una posible restauración, se hallaron restos humanos en el interior del templo.

Wikipedia

CONVENTO FRANCISCANO ABANDONADO DE LA BIEN PARADA DE ABADÍA


Cerca de la localidad cacereña de Abadía, a los pies de la carretera que viene de La Granja nos encontramos en el estado de ruinas los restos de lo que en su momento fue un hermoso y majestuoso conventual franciscano, dan buena muestra de esa magnificencia los restos del claustro y la fachada principal que actualmente se conservan en estado de ruina, estamos hablando del Convento de la Bien Parada.
El conjunto comenzó a edificarse en el siglo XVI, aunque la mayor parte fue construida en el segundo tercio del siglo XVII, con posteriores añadidos en el siglo XVIII. Es de estilo gótico, un gótico sencillo y depurado que destaca por una sobriedad y austeridad tan propia de la orden franciscana. Uno de los primeros documentos que hace mención al convento fue el de la petición y posterior concesión al Duque de Béjar, don Juan Manuel II.
El conjunto estaba compuesto por el convento en sí y las huertas anexas, todo ello ocupando unas dos hectáreas de terreno aproximadamente. El edificio del convento estaba formado por la iglesia, la sacristía, el capitel, el claustro y las dependencias convencionales de las que se conservan la hospedería. La iglesia es de una sola nave y tres crujías, la primera es la capilla mayor, la estructura en el lado de la epístola se adosaron la sacristía abierta al presbiterio y la Capilla del Santo Sepulcro. El elemento más destacado fue y el claustro, que data del siglo XVII, de planta cuadrada y dos pisos presenta líneas muy puras y en torno a él se abren muchos vanos que dan paso a las diferentes estancias. Cuentan que llegó a ser sede de una facultad de teología y música.
En 1827 el convento tan solo era habitado por 5 religiosos y tras la desamortización de 1844 fue vendido a un particular que usó las instalaciones como establecimiento para ganado.
Desconocemos el momento exacto de su abandono, probablemente fuera de la desamortización del siglo XIX, lo que si conocemos es Pascual Madoz en "Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar" afirmaba que en 1849 el convento se hallaba abandonado:  "A un cuarto de legua y lado oeste del lugar de Abadía existe el edificio que fue el convento de franciscanos de la Bien Parada, el cual no ha estado siendo enajenado se va poco a poco desmoronando"
En 2005, a través de un expediente de expropiación pasó a manos del Ayuntamiento de Abadía, con la idea de poner el valor del edificio, también la Junta de Extremadura, la Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, con fecha 27 de abril de 2012 (DOE Nº 85 de 4 de mayo de 2012). Debido a las sucesivas expoliaciones sufridas, en febrero de 2011 el ayuntamiento instaló un cerramiento del conjunto con una valla metálica, además se realizaron otras actuaciones como el apuntalamiento del claustro y algunas paredes, sin importar estas medidas no han impedido que el estado de ruina siga excesivamente. La imagen del Cristo de la Bien Parada que existe en el convento fue trasladada a la Iglesia de Santo Domingo de Abadía, donde actualmente se conserva.

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