jueves, 26 de marzo de 2020

Torre da Fortaleza de Sarria (Lugo)

En la villa de Sarria, sobresale una derruida torre de un castillo perteneciente a Gutierre Ruiz de Castro y construido en el siglo XII.
Esta torre fue destruida en el siglo XV durante la revuelta irmandiña y posteriormente fue  reconstruida para ser abandonada posteriormente.
En 1994 fue declarada Bien de Interés Cultural y pasó a estar bajo protección según la declaración genérica del decreto del 22 de abril de 1949.

Ermita de la Madre de Diós - Arroyo de San Serván

La ermita de la Madre de Dios se localiza en una ladera de la Sierra de Arroyo, próxima a la población. Está incluida en la Lista Roja del Patrimonio (en peligro) de Hispania Nostra, pero no es uno más de tantos preciosos monumentos abandonados de la mano de las administraciones competentes (¡aunque no de la mano de Dios, como veremos más adelante!); la ermita de la Madre de Dios tiene una curiosa historia.
Según el libro “Arte y religiosidad popular. Las ermitas en la Baja Extremadura (Siglos XV y XVI)” (VV. AA., Zafra, 1995) las primeras noticias sobre la ermita, también conocida como Nuestra Señora de la Sierra, son de 1501, teniendo culto hasta comienzos del siglo XX. Según otras informaciones (Ermita de la Encarnación, último acceso: 13-12-2013) la ermita fue construida mediante limosnas por el franciscano Fr. Juan de la Puebla, y su techumbre se derrumbó en 1927, acelerándose entonces su proceso de destrucción.
Cuando nos acercamos a visitarlo el edificio produce una impresión desoladora, como si una bomba hubiera caído sobre ella de repente. Así, la iglesia ha perdido completamente la cubierta y conserva en muy mal estado parte del ábside, uno de los muros de cerramiento de la nave y el coro; también restos de una capilla que estuvo cubierta con cúpula, seguramente la sacristía; además, la que fuera fachada principal también está completamente destruida, si bien aún son visibles restos de la portada de acceso.
 Pero cuando entramos en el edificio empezamos a fijarnos en detalles que nos llaman la atención por inesperados. No sólo los arranques de las bóvedas, que fueron góticas y barrocas, sino, sobre todo, el retablo mayor de fábrica, obra clasicista en la que desconcierta lo bien conservada que está la pintura que lo recubre, lo que nos hace hace pensar que el retablo fue totalmente repintado no hace tantos años. Pero aunque sea así sigue extrañando su buena conservación en un edificio que no tiene techo ni apenas paredes. Además toda la ruina está llena de pinturas murales que representan motivos vegetales y algunos angelotes.
Pero lo más curioso es que, ya desacralizada y arruinada, la ermita o lo que queda de ella adquirió nueva vida hará unos veintitantos años al empezar a sucederse allí, a decir de algunos, apariciones de la Virgen, que además -comentaban- hablaba a través de una vecina del pueblo. Por eso las ruinas se han convertido en lugar de peregrinación. Desde entonces comenzaron a acumularse en sus paredes casi derruidas muestras de devoción popular como exvotos, imágenes sagradas, cirios y paños. Incluso están disponibles sillas para acoger a quien viene a visitarla. Habrá gente (que seguro que no juega a la lotería ni vota periódicamente), a quien esta costumbre pueda parecerle ridícula, pero lo cierto es que gracias a estas personas esta ruina sigue siendo depositaria de las peticiones y muestras de agradecimiento de creyentes de la zona (de forma completamente autónoma, además, a la Iglesia oficial con mayúsculas), dándole una renovada vida -espiritual o supersticiosa, que cada cual piense lo que quiera- a un edificio en trance de destrucción. Pero lo más sorprendente no es eso, lo más sorprendente es que los mismos  vándalos que hacen pintadas en el templo respeten esas muestras tan íntimas de amor, deseos y miedos que son los exvotos. Eso, por lo menos, sí que es un milagro.

Extremadura Misteriosa

Estación de Ordes – A Pontraga |

La estación de Fosado en Parada fue inaugurada en el año 2003, después de la modificación de la línea ferroviaria Zamora-A Coruña a su paso por Ordes. Se localiza en el km. 401.323 de esta línea. Debido al nuevo trazado se construyó la nueva estación a más de 5 km de la villa de Ordes. Si la antigua ya quedaba un poco a desmano la nueva se lleva la palma y por ello su uso hoy es prácticamente nulo asemejándose a una estación fantasma.
La estación antigua, la que hoy tenía que ser fantasma y estar abandonada, es totalmente lo contrario. Aunque sin uso ferroviario, la vieja estación y su entorno han sido acondicionados en el año 2008 para el disfrute de los vecinos como área recreativa y seguramente los edificios cuenten próximamente con algún uso municipal y lúdico. Se sitúa también un poco lejos del centro de Ordes, en la parroquia de Parada, en el lugar de A Estación, donde el río Lengüelle separa los concellos de Ordes y Tordoia. Por ello recibe también el nombre de Estación de A Pontraga, en referencia al lugar de A Pontraga en la parroquia de Numide en Tordoia.
El edificio principal es el más salientable del conjunto pues es obra del arquitecto Ramón Cortázar de Urruzola (1867-1945) y fue construido en 1943 a imagen y semejanza de la estación de Azpeita, en Guipúzcoa, edificio que hoy alberga el Museo del Ferrocarril. Este arquitecto dejó infinidad de obras sobre todo en el País Vasco, entre las que destacan la Casa Consitorial de Eibar, el Palacio de Bellas Artes de San Sebastián o la caja de ahorros de Zaragoza.
Con la construcción del nuevo trazado, al estación de A Pontraga, quedó en abandono hasta el año 2012, año de adecuación e inauguración del área recreativa.

Galicia máxica