jueves, 29 de agosto de 2019

Selma - Tarragona

La comarca del Baix Penedès, más allá de su masificada costa, es una de las zonas menos conocidas de Cataluña, un cajón lleno de sorpresas. La sierra del Montmell, por ejemplo, es un lugar ideal para realizar excursiones, sin que ello implique meterse por senderos rompepiernas. El recogido pueblo de Aiguaviva es un buen punto de partida para explorar una zona que esconde también sus secretos. 
Uno de ellos es el pueblo de Selma,abandonado a principio del siglo XX y cita obligada para quien busque conjugar excursionismo y cierto misterio.

(ABC)

Sardón de Duero

Originalmente se concibió como una estación de cuarta categoría aunque tras diferentes reformas paso a tener una disposición de vías similar a las de tercera, ya que en 1980 contaba con una vía de sobrepaso y dos de apartado.
El edificio de viajeros está habitado, por lo que su estado de actual es bueno. También se conservan perfectamente el almacén y los servicios.
Esperando al tren

Sarasa - Navarra

Su edificio era del tipo ya descrito para las estaciones anteriores. Tenía dos andenes, uno de ellos central entre las dos vías de que disponía, y un almacén de mercancías. En este almacén se guardaban once conformadores de madera para la construcción de los puentes de piedra del ferrocarril. Cinco eran de tamaño grande, y los seis restantes para ojos más pequeños.
En la antigua ubicación de la estación se levantan en la actualidad unas viviendas unifamiliares adosadas.

(Plazaola)

Sant Romà de Sau (Barcelona)

La  actual ubicación de Sant Romà de Sau no es la originaria. Con la construcción del embalse de Sau en 1962, el pueblo tuvo que trasladarse. Por aquel entonces la población estaba prácticamente deshabitada, pero sí contaba con casas y una iglesia de la que en la actualidad asoma el campanario en épocas de sequía.

(Josep Enric)

domingo, 25 de agosto de 2019

Saraís-La Vall de Boí-Lleida


Sarais: aldea ubicada en la comarca de Ribagorza, Lleida.
El último censo data  de  1931 y se cuentan cuatro habitantes. No hay carretera para llegar al lugar,   únicamente existen senderos a los que  se accede desde el rio Noguera de Ter.   (Recorrido de más de una hora)
Aún hay restos de unas 10 casas y la iglesia consagrada a San Lorenzo.
El   pueblo   perteneció  al señorío de Erill.
Historia aparte merece la cruz de la iglesia, hay una novela " La creu de Sarais " escrita por Jordi Badia y Luis Gómez en el que se narra como esa cruz templaria ha pasado desapercibida a lo largo de los siglos y que fue un secreto mantenido durante mil años.

(Pueblos fantasmas de Cataluña)

San Vicente de Munilla

Quedó totalmente abandonado en los años sesenta debido a la emigración. Luego llegaron «okupas» que rehabilitaron algunas casas, y se creó una Asociación de Amigos de Munilla, que arregló otras. Destaca la iglesia de San Vicente (del XVI) y una ermita (restaurada) en lo alto del pueblo. Está situado en el Valle del Cidacos, conocido como el Valle de los Dinosaurios por las numerosas huellas de estos animales.

ABC

Hospital de la Marina - Guadarrama

En la sierra de Guadarrama existen varios hospitales y sanatorios abandonados, construidos a principios de los de los años 40  para erradicar la enfermedad de la tuberculosis, pero los avances médicos y las nuevas medicinas cambiaron de rumbo la manera de atacar esta enfermedad dejando a un lado aquellas moles de ladrillo y hormigón que hasta entonces ubicadas en plena sierra permitían respirar aire puro lejos de la contaminación. 
Construido en 1943  contaba con una superficie de 67.433 metros cuadrados, 5 edificios, 1 aparcamiento, 1 piscina, 2 bunkeres de la guerra civil y mas de 10.000 metros cuadrados construidos. En terrenos cedidos por el ayuntamiento de los Molinos en 1940, prácticamente al ser terminado fue re-acondicionado como clínica  neumonológica y utilizada por el ministerio de defensa como hospital militar especializado en enfermedades pulmonares desde 1947 hasta 1995, en que paso a dar servicio como clínica geriátrica para altos cargos de la marina debido su gran lujo y la calidad de sus instalaciones.
En el año 2002 y ya con el nuevo ejercito profesional y sin el gran numero de soldados de remplazo para atenderlo paso a tener mas personal de servicio que personas alojadas en él, y el ministerio de defensa decidió cerrar sus puertas, dejando el enorme complejo casi sin vigilancia con tan solo algunos edificios aún en uso para servicios del ayuntamiento como algún almacén para plaquetas y adoquines de la ciudad o como garaje para los camiones de limpieza urbana. 
El edificio al llegar resulta realmente escalofriante y mas si a esto le sumamos todas las historias de mendigos y ruidos o fantasmas que se pueden escuchar en el.  Yo mismo en mis visitas pude sentir varias experiencias un tanto raras que a pesar de no repetirse en todas la visitas, si fueron oídas por varias personas que me acompañaban. 
La primera "cosa" rara fue nada mas entrar al edificio principal, cruzamos el hall y nos dirigimos hacia el antiguo salón del comedor principal, justo debajo de donde se encontraban las escaleras principales, el edificio parecía temblar y caían pequeños cascotes de pintura que saltaba del techo, mientras se oían como si doscientas personas subieran a tropel por las escaleras, al principio tan solo creíamos que seria un grupo de 4 o 5 personas que nos habíamos encontrado antes, también merodeando el edificio y que nos dijeron  casi sin nosotros preguntar que eran de un club de pint ball que tenia alquilado el edificio y que no nos arrimaras a las ventanas pues iban a tirar muebles por los balcones. Pero tras unos segundos  de ruido y parecer que las escaleras se iban a venir a abajo, decidí recorrer los escasos 10 metros que separan el comedor de la escalera y poder ver que estaban haciendo allí, curiosamente según paso las puertas de madera que separan el hall del comedor el ruido ceso y al mirar por el hueco de la escalera nadie parecía haber pasado, ni ruido, ni señas de haber salido por la puerta que distaba a mas de 20 metros. 

(Abandonado y olvidado)

sábado, 24 de agosto de 2019

Ribera (Valdegovía, Álava, País Vasco)

Ribera (Valdegovía, Álava, País Vasco) es un pueblo español situado en el alto y recóndito valle de Valderejo. Se ubica a los pies de la agreste cornisa calcárea de la Sierra de Arcena, alcanzando una altitud media de 776 msnm, en pleno corazón del Parque Natural de Valderejo.
El acceso a Ribera se efectúa a través de la carretera que partiendo desde San Zadornil sigue dirección al pueblo de Villafría, para una vez alcanzado éste tomar el descendiente camino de piedra suelta que nos traslada hasta el deshabitado pueblo de Ribera, no sin antes deleitar nuestra vista con las placenteras y verdes praderas donde pasta el ganado.
Este pueblo está deshabitado.

Iglesia Parroquial de San Esteban: Encaramada sobre abrupta roca, a cuyos pies transitan las aguas del río Purón se alza la efigie del templo parroquial. La nave se construye con bóveda de cañón apuntada, cabecera recta con ventanal protogótico y espadaña románica a los pies de aquella. La portada, canes y capiteles recuerdan su origen románico.
En la cabecera del templo se encuentran pinturas murales de estilo gótico lineal apuntando motivos religiosos diversos.

Entorno
Cercano a la localidad de Ribera está el pueblo de Lalastra, donde se encuentra el centro de interpretación del Parque Natural de Valderejo, y no muy lejos está el interesante pueblo de Valpuesta.

Turismo en el País Vasco

Sanatorio Antituberculoso de Agramonte (Tarazona, Aragón)

El Sanatorio Antituberculoso de Agramonte (Tarazona, Aragón) es un antiguo preventorio situado en las faldas del monte Moncayo (provincia de Zaragoza).

Construcción
Sobre los años 1920 se quiso dar un impulso en la zona de Moncayo. Se intentó varias veces impulsar el proyecto, hasta que en 1927 por un Real Decreto se declaro a Moncayo Sitio Natural de Interés Nacional de la Dehesa del Moncayo.
En 1934, durante la Segunda República, en una orden ministerial, se cedieron al ayuntamiento de Tarazona unas 40 000 hectáreas de terreno para construir la Ciudad Montaña de Agramonte, en la que irían ubicados un sanatorio, un hotel y colonias escolares, aunque el proyecto se paralizó en la guerra y se retomó después de la misma tras varios intentos.
El primer edificio que se empezó a levantar fue el hotel. En aquella época el hotel-refugio tenía instalaciones de agua corriente, baños, calefacción y luz eléctrica. Poseía dos plantas, en la noble comedor y salón y en la segunda once habitaciones.

Guerra Civil y transformación en sanatorio
Al estallar la Guerra Civil el edificio se abandonó. En mayo de 1938, se inauguró el sanatorio anti tuberculosis en manos del ministro de Orden Público General Martínez Anido. En agosto llegaron al sanatorio las Hermanas de la Caridad de Santa Ana para formar el sanatorio de Agramonte junto con la ayuda de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y La Rioja, que contrataba enfermeras. El sanatorio daba servicio a quienes no podían pagarse el tratamiento, ya que en esa época no lo cubría la Seguridad Social. En un principio solo se trataba a mujeres y niños, aunque más tarde empezaron a tratar también a hombres.
En esa época se fue agrandando con dos pabellones, en los que la construcción es más humilde, con suelo hidráulico, no tan lujosa como la entrada principal del sanatorio, donde iba a estar ubicado el hotel, que tiene los suelos de mármol.[cita requerida]

Cierre
El sanatorio cerró el 30 de septiembre de 1978 ya que la tuberculosis entraba ya en la Seguridad Social. Desde entonces ha estado en abandono y actualmente se encuentra en estado de ruina y frecuentado por vándalos.​ También visitan el edificio en la actualidad amantes de la parapsicología y de lo paranormal.

Wikipedia 

Ordovés, Huesca



Ordovés pertenece al municipio de Sabiñánigo, en la provincia de Huesca.

jueves, 22 de agosto de 2019

San Martín de Rubiales

Siendo de cuarta categoría, sólo contaba junto a la general con una vía de sobrepaso y otra de muelle con báscula. 
Años después se añadieron una vía de playa y otra de carga para un silo del S.N.P.A. 
En este momento la estación está habitada, por lo que el estado es bueno y como curiosidad podemos ver que el reloj (con esferas aunque no originales) está vigilado por una pequeña cámara de vídeo. 
Además su propietario ha restaurado algunas antiguas señales, ha dispuesto un pequeño merendero y utiliza el edificio de los servicios como leñera. 
El almacén (abandonado) está abierto, por lo que podemos echar un vistazo a su interior aunque éste se encuentra vacío. 

Esperando al tren 

Revilla del Campo - Burgos

Esta es otra estación en ruinas, aunque el hecho de que también mantenga la vía hace que la impresión general resulte más agradable. 
Tanto el edificio de viajeros como el almacén están abiertos y un vistazo a su interior, aún a pesar de los destrozos, nos permite imaginar como eran originalmente. 

Esperando al tren

Almansa

En los años cincuenta del pasado siglo XX en España el régimen franquista comenzaba poco a poco a abrirse al mundo, concretamente en Extremadura arrancaba el conocido como “Plan Badajoz”. Al amparo de las inversiones realizadas en este plan se gestó una de las experiencias más innovadoras y originales que la iniciativa privada haya desarrollado en España en la segunda mitad del siglo XX.
El promotor y artífice de este genial proyecto fue Eusebio González Martín “Don Eusebio” un innovador empresario de la postguerra natural de la Sierra de Béjar, padre de diez hijos y abuelo de 55 nietos. Quienes le conocieron dice de él que era una persona austera y sencilla. Desarrolló en Extremadura varios proyectos como una fábrica de madera en Guadalupe, instaló la primera línea de telefonía en Extremadura y montó una central eléctrica que proporcionó electricidad a toda la comarca de Guadalupe incluyendo Trujillo. Pero su proyecto más novedoso aún estaba por llegar.
En los años cincuenta “Don Eusebio”, planeaba un nuevo proyecto, aprovechando tal y como ya hemos dicho la puesta en marcha del Plan Badajoz planificó lo que podríamos calificar como un laboratorio agroganadero experimental. Pretendía probar la eficacia de las más modernas técnicas agrícolas, nueva maquinaria importada de Alemania y Estados Unidos y a la vez trabajar con nuevos cultivos tanto de secano como de regadío. “Don Eusebio” ideo la construcción de un poblado y se encargó personalmente de elegir el terreno sobre el que se levantaría, para ello buscó un lugar que tuviese suelo fértil, agua cercana y un clima templado y se decidió establecer cerca de Alía, sobre una elevación de terreno junto a un valle cercano al rio Guadalupejo y una raña totalmente llana. De esta forma a finales de los años cincuenta del pasado siglo XX se levantó el “Complejo Agroindustrial de Almansa”.
El municipio fue habitado principalmente por colonos procedentes de Alía, Castilblanco, Valdecaballeros y Guadalupe, todos ellos deseosos de un futuro prometedor. Almansa dinamizó la economía de la zona, ya que aquí había trabajo para todo el mundo, dicen que se trabajaba bastante pero que estaba garantizado un sueldo digno a final de mes. A las personas o familias que se trasladaron allí para trabajar se les entregaba una casa y se le cedía un huerto para que lo cultivase a cambio de una parte de la producción. Otros trabajadores de Almansa sin embargo mantuvieron la residencia en sus respectivos municipios y diariamente acudían en burro o bicicleta para trabajar. Las casas eran cómodas para la época, la mayoría disponía de dos habitaciones, una chimenea usada como cocina, despensa e incluso televisor. La población de Almansa llegó a rondar las dos o tres mil personas, llegando a pagarse más de 1.500 nóminas. 
El poblado rebosaba alegría y dinamismo gracias a la gran cantidad de niños y juventud que había, contaba con más actividades de ocio que cualquier otro pueblo de la comarca, periódicamente y como en cualquier otro municipio en la plaza se realizaba el baile, se proyectaban películas de cine, todas estas actividades atraían también a vecinos de los pueblos de alrededor. Cuentan que en el patio de la casa de “Don Eusebio” al finalizar el colegio los niños representaban una obra teatral. La gente que habitó Almansa cuenta que los niños fueron felices en aquel pueblo nuevo pero que ellos tuvieron sentimientos encontrados, por un lado felicidad e ilusión por un futuro prometedor y por otra se enfrentaron con un fuerte desarraigo local.
Almansa, arquitectónicamente hablando, se configuró de forma similar a los poblados ferroviarios o pueblos de colonos, se estructuró en torno a una gran plaza diáfana. Alrededor se encontraba la iglesia, un edificio a modo de ayuntamiento que servía para realizar todas las labores administrativas, algunas de las casas de los obreros, almacenes y otros edificios destinados a servicios públicos. En el pueblo no faltaba de nada, tenían bar, lechería, carnicería, panadería, farmacia, colegio, fábrica de tabaco, fábrica de pimentón, su población era la envidia de los municipios del entorno, tenía más servicios que cualquier municipio de la zona. Los alrededores del poblado estaban rodeados por enormes campos de cultivos estructurados a través de canales de riego artesanales que bebían agua del rio Guadalupejo. Aquí se cultivó de todo, cereales, legumbres, frutas y hortalizas, aunque las mayores extensiones de cultivo correspondieron a pimientos, maíz, tomate, lechuga, garbanzos, tabaco o algodón.
El lema de Almansa, tal y como aún vemos reflejado en su emblema era:

A = Almansa
U = Unión
T = Trabajo
C = Constancia

Almansa: Unión, Trabajo y Constancia

El proyecto no duró más de 15 o 20 años, la principal causa de su decadencia fue la avanzada edad con la que contaba “Don Eusebio” cuando decidió emprenderlo. Falleció en 1961 y los herederos o bien no aprendieron como gestionarlo o no supieron adaptarse a los nuevos tiempos y terminaron con Almansa. No obstante, la desaparición de Almansa no fue inmediata si no que fue un proceso lento que duró entre 10 y 15 años. A principios de los años 70 ya casi no existían habitantes en Almansa y con el paso del tiempo los herederos fueron vendiendo sus partes de tierra hasta quedar el poblado dividido en pequeñas parcelas.
Actualmente Almansa es prácticamente un poblado fantasma, aunque aún quedan viviendo unas 7 familias que se ganan la vida con explotaciones agroganaderas. En el despoblado aún podemos observar, como se aprecia en las fotografías, las grandes casas de los obreros, la iglesia, el “ayuntamiento” y algunos edificios entre los que podemos identificar el que parecía ser el economato.

Extremadura Misteriosa 

miércoles, 21 de agosto de 2019

Villa Excélsior- Luarca

Este fastuoso palacio fue construido en el año 1912 por Manuel Méndez de Andés, heredero de una gran fortuna conseguida con una fabrica de cigarrillos por su tío del mismo nombre en el siglo XIX en Argentina.
Siendo Méndez de Andés muy pequeño fue llevado a la Argentina para que conociera el negocio, pues su tío no tenia herederos directos.
El nombre de la fábrica en Buenos Aires era Excelsior, nombre que llevaría la mansión que Andés se hizo construir primero en Buenos Aires y más tarde en Asturias. Su tío era un conocido filántropo que contribuía con donaciones a muchas causas, una calle de Buenos Aires lleva su nombre. Fue enterrado en el famoso cementerio de la Chacarita.
Luego de su muerte Méndez de Andés regresa a Asturias, se casa con la hija de una noble familia y hace construir una mansión más grande que la que tenia en Argentina.
Para su construcción no escatimó en gastos llegando a tener la casa más grande jamás construida por un indiano en Asturias, sus jardines eran de una belleza incomparable.
A partir de entonces Méndez de Andés distribuiría su tiempo entre Asturias y Buenos Aires, pero a este Méndez de Andés le faltaba algo que a su tío le sobraba, capacidad para hacer negocios y ponerlos a producir. Con la llegada de la la guerra mundial entró en bancarrota, en 1931 ya arruinado decide volver a España pero nunca regresaría, fue encontrado muerto en el camarote del barco en el que viajaba.
Su mujer e hijos siguieron viviendo durante años de los dineros acumulados pero finalmente llego lo inevitable. Sus herederos no pudieron hacerse cargo del coste de mantenimiento de la casona. 
Villa Excelsior está hoy abandonada y en estado ruinoso.

(Abandonados en España)

Villalbilla - Cuenca

Insólito lugar, un pueblo detenido en el tiempo, con una bonita iglesia en ruinas, y   donde ya no vive nadie.Muy cerca del Villar de Domingo García.
Antiguo pueblo de renteros, fue propiedad de doña Amparo Eraso Lledó. Ya bien entrado el siglo XX sus habitantes compraron las casas y las tierras a los descendientes de doña Amparo.
Diecinueve viviendas conformaban Villalbilla alineadas casi en su totalidad a lo largo de una calle. Celebraban las fiestas patronales para San Pedro. Duraban tres días y contaba con gran presencia de gentes de pueblos vecinos. Se hacia otra fiesta el primer domingo de Cuaresma dedicada a Santa María Magdalena. Al Villar se desplazaban los villalberos para realizar las compras y también iban allí a por agua, uno de los principales problemas de Villalbilla, la fuente que había no era potable y tenían que ir a buscarlas con las caballerías al Villar, a Nohedas o a Fuentesclaras indistintamente.
A la falta de agua se unió la mecanización del campo que motivó que no hubiera trabajo para todos y así los villalberos se fueron marchando principalmente a Cuenca y a Valencia.
El fin también le llegó a Villalbilla. En el año 1978 ya solo había tres casas abiertas. Las tres familias se marcharon casi a la vez. Unos al Villar y otros Cuenca.
A partir de aquí, solo soledad y silencio y la ruina total del pueblo.
La iglesia parroquial. De las dos campanas una se fue al Villar de Domingo García y la otra a la parroquia de San Fernando en Cuenca.

Villanueva de Zamajon (Soria)


Con alrededor de unas 125 habitantes, Villanueva de Zamajon tenía unos inviernos muy duros y a partir de los años 70 y 80 la emigración se cebo con esta localidad, dejando deshabitado este pueblo soriano.
Hoy en día, Villanueva de Zamajon está prácticamente intacto, por lo que pasear por sus calles nos trasporta a esa época en la que niños jugaban por las calles.
Como podéis ver, existen numerosos pueblos abandonados en España que merecen una visita, ¿preparado para conocer todo su rico patrimonio?

Sensación rural

lunes, 19 de agosto de 2019

Valsurbio- Palencia

Valsurbio es una localidad desaparecida en la década de 1960. Pertenecía al ayuntamiento de Camporredondo de Alba posteriormente anexionado al ayuntamiento de Velilla del Río Carrión, en la Provincia de Palencia, comunidad autónoma de Castilla, en España. Se encuentra a unos 1475 m de altitud, lo que la convierte en la localidad más alta de la provincia.

Historia
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional1 y que en el censo de 1842 contaba con 18 hogares y 94 vecinos, para posteriormente integrarse en Camporredondo de Alba.
Tenía alrededor de 100 vecinos, era una población dedicada a la agricultura y ganadería de subsistencia. Los fríos inviernos, la inexistencia de electricidad y la inviabilidad de la agricultura y ganadería provocaron que sus gentes emigraran a otras poblaciones buscando una mejor calidad de vida.

Acceso
Hoy se pueden visitar las ruinas de Valsurbio, con apenas tres casas en pie, para gozar de una tranquilidad suprema y recordar otros tiempos, para acceder allí es necesario hacerlo en un vehículo todoterreno ya que no hay carretera hasta el lugar.

Asociacionismo
Se ha creado la asociación "LA LOMBA" que aglutina tanto a propietarios como a amigos de Valsurbio y que nace como un "lobby" que pretende luchar para que Valsurbio vuelva a ser lo que era.

(Wikipedia)

Villarijo - Soria

Villarijo es otro de los pueblos abandonados de la comarca de “Tierras Altas” abandonado definitivamente al principio en la década de 1960. Se encuentra junto al río Linares en una zona de arboleda muy bella, de todos los pueblos abandonados de esta comarca es el que mejor clima tiene, ya que se encuentra a unos 800 metros sobre el nivel del mar y además está situado en la parte baja del valle del río Linares,  por todo ello disfruta de un microclima particular. 
En Villarijo había varios cultivos de cereales y frutales. Aún se pueden ver muchos de estos últimos e incluso olivares en estas tierras que se podría pensar que no se darían. Naturalmente todos estos árboles se encuentran actualmente mezclados con la maleza ya que nadie se dedica a ellos.

Pueblos abandonados o despoblados

Villas Viejas - Cuenca

Villas Viejas es un despoblado español que forma parte del municipio de Huete, en la provincia de Cuenca, partido judicial de Tarancón, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.

Wikipedia 

sábado, 17 de agosto de 2019

Sant Román de Tavérnoles


San Román de Tavérnoles : este pueblo despoblado y con viviendas e iglesia (Sant Quirze ) en ruinas,  se encuentra en el ayuntamiento de Llavorsi, en la región de Aran-Alto Pirineo. Esta aproximadamente a una hora de camino ( a pie ) desde Llavorsi y luego de cruzar el puente de Gulleri.
Se puede aprovechar el trayecto para visitar la antigua "Abadia Benedictina del monasterio de San Pedro de Vellanega " de la que aún hoy quedan algunos restos.
El pueblo de Sant Romá tuvo 13 casas todas edificadas a lo largo de una misma calle.

(Pueblos fantasmas de Cataluña)

Villanueva de Las tres Fuentes , Guadalajara

Se encuentra entre Checa y Orea. Para llegar hasta Villanueva de las tres fuentes hay que transitar por una pista forestal durante unos 4 ó 5 km rodeada de montañas y pinares.
Al parecer hace más de 40 años que fue deshabitada, actualmente es una finca privada.
También es conocida en los alrededores con el nombre de “ Chaparrilla “,nombre que tuvo anteriormente.

Pueblos abandonados o despoblados

sábado, 10 de agosto de 2019

Sancti Petri- Cádiz

Sancti Petri, pueblo pesquero gaditano, se encuentra en proceso de rehabilitación, donde podemos ver totalmente restauradas la capilla y la casa del Farero, donde se puede comer.
En 1946 fue construido como eventual vivienda de los almadraberos del atún, pero en los años 70 este mercado empezó a flojear, haciendo que todas las familias se tuvieran que ir en busca de nuevos trabajos, lo que produjo que abandonaran sus casas. 
Cuentan las leyendas que en una de esas casas se aparece una niña y se suelen escuchar diferentes ruidos muy alejados al mundo de los vivos.

(Sensación rural)

San Martín de Mancobo - Burgos

San Martín de Mancobo es una despoblado situado en la provincia de Burgos, comarca de Merindades, partido judicial de Villarcayo, ayuntamiento de Medina de Pomar

Pueblos abandonados o despoblados

Ruinas del Cuartel de Silleiro

Junto al faro de Cabo Silleiro, se mantienen medio derruídas, los restos de unas instalaciones militares que en su época sirvieron para poder vigilar la bocana de la Ría de Vigo y de la entrada de Baiona.
Sus instalaciones cuentan con cuatro cañones que aún hoy se pueden obeservar bajo sus garitas desde la carretera de la costa que une Baiona con A Guarda. Sus inicios datan del siglo XX, justo despues de la guerra civil de 1936, más concretamente en la década de los 40.
A las instalaciones se puede acceder desde dos lugares diferentes. Saliendo de Baiona en dirección a A Guarda, siguiendo la PO-552 que discurre junto al mar, llegaremos a Cabo Silleiro, donde está el desvío que asciende hacia el faro. Si vamos en vehículo debemos prestar atención a este cruce, pues se realiza antes de una curva de escasa visibilidad. Por encima del faro ya veremos los restos de una instalación militar que se encuentra fuera del recinto. Una curva cerrada nos situará en dirección al cuartel, donde ya podremos observar la silueta del Monte Silleiro en la que destacan las garitas de las baterías que sobresalen entre las rocas. También se verá el edificio más elevado, que es la torre de telemetría. Por debajo de esta se ubica el recinto abandonado y en ruinas de la mayoría de las dependencias militares. Un poco más adelante está la desviación en donde se encuentra el arco de acceso principal.
Una vez llegamos a la entrada del cuartel, podremos observar los restos de las viviendas del capellán y del sargento. Junto a ellas, un gran arco de piedra que conservaba el escudo franquista hasta hace muy poco, nos marca la entrada a la plaza donde se ubicaban parte de las instalaciones militares, como la cantina o las dependencias oficiales. Todo ello derruído y repleto de escombros. Un muro adosado a la colina protege estas instalaciones de las tempestades atlánticas. En este muro se abrían unos arcos que comunicaban con los pasadizos que todavía hoy se conservan en buen estado. Por un pequeño hueco “artificial” se accede a los antiguos túneles del bunker donde se localizaban los barracones y el acceso a las baterías. Una vez dentro, y provistos de luz artificial, podremos recorrer casi 200 m de galerías, en las que veremos los viejos raíles por donde se llevaba el cargamento y las diferentes estancias que albergaba el lugar. Aún se pueden ver los restos de las instalaciones eléctricas y los restos de puertas blindadas y alguna que otra estantería. El bunker cuenta incluso con escaleras y rampa para el descenso hacia las baterías. No es aconsejable el acceso al bunker, pero si alguién se adentra, deberá tener ir provisto con linterna y deberá tener especial cuidado con los agujeros y los escombros que se esparcen por el suelo. Sobre todo antes de entrar en las baterías donde se estrecha la puerta, hay una especie de “trampa” en forma de pequeño foso cuadrado de varios metros de profundidad. Para acceder al cañón hay que saltar sobre él. Hay también varias escaleras de metal en el interior del recinto cuya degradación es alta y por las cuales no se debería ascender.
Una vez llegamos a la entrada del cuartel, podremos observar los restos de las viviendas del capellán y del sargento. Junto a ellas, un gran arco de piedra que conservaba el escudo franquista hasta hace muy poco, nos marca la entrada a la plaza donde se ubicaban parte de las instalaciones militares, como la cantina o las dependencias oficiales. Todo ello derruído y repleto de escombros. Un muro adosado a la colina protege estas instalaciones de las tempestades atlánticas. En este muro se abrían unos arcos que comunicaban con los pasadizos que todavía hoy se conservan en buen estado. Por un pequeño hueco “artificial” se accede a los antiguos túneles del bunker donde se localizaban los barracones y el acceso a las baterías. Una vez dentro, y provistos de luz artificial, podremos recorrer casi 200 m de galerías, en las que veremos los viejos raíles por donde se llevaba el cargamento y las diferentes estancias que albergaba el lugar. Aún se pueden ver los restos de las instalaciones eléctricas y los restos de puertas blindadas y alguna que otra estantería. El bunker cuenta incluso con escaleras y rampa para el descenso hacia las baterías. No es aconsejable el acceso al bunker, pero si alguién se adentra, deberá tener ir provisto con linterna y deberá tener especial cuidado con los agujeros y los escombros que se esparcen por el suelo. Sobre todo antes de entrar en las baterías donde se estrecha la puerta, hay una especie de “trampa” en forma de pequeño foso cuadrado de varios metros de profundidad. Para acceder al cañón hay que saltar sobre él. Hay también varias escaleras de metal en el interior del recinto cuya degradación es alta y por las cuales no se debería ascender.
Por unas escaleras de metal se accede al edificio de telemetría, desde donde se obtiene una magnífica panorámica de la ría. En sentido descendente y siguiendo los raíles llegaremos a las cuatro piezas de artillería Vickers que aún hoy se conservan. Alguna de ella data de la dictadura de Primo de Rivera, es decir de la década de los años 20.
Fuera del recinto y por encima del faro de Silleiro se ubican los restos de otras instalaciones que albergaban cocinas, baños y otra planta de observación.

Galicia Máxica 

jueves, 8 de agosto de 2019

Antigua estación de trenes de Huelva

Este oficio hoy en ruinas, es de esos sitios que paseas por la calle y te quedas admirando su hermosura y su increíble arquitectura. Eso nos pasó con la antigua estación de trenes de Huelva.
Este bonito edificio del siglo XIV es considerado una gran joya neomudéjar en España y conservando su fachada se pretende hacer un Museo Minero-Ferroviario.

martes, 6 de agosto de 2019

Sacedoncillo - Guadalajara

Sacedoncillo se sitúa junto al arroyo de Sacedoncillo. Las ruinas que se pueden ver  se encuentran todas semiderruidas.
En la parte baja se alzan las ruinas de la iglesia, de estilo románico.
A pocos metros de la iglesia quedan las bases de un pequeño puente que cruzaba el arroyo para seguir el camino hacia Muriel. 

lunes, 5 de agosto de 2019

Salas de los Infantes

Exceptuando las estaciones de enlace con otras líneas, la de Salas era la instalación de mercancías con mayor capacidad del Santander – Mediterráneo.
La carga más importante procedía de la industria maderera. De la estación de Pinar Grande llegaban los troncos y tras pasar por los dos aserraderos colindantes con la estación, partían manufacturados hacia la estación de Burgos.
También existía una vía de apartado que se internaba en una industria química al otro lado de la playa. 
Contaba con un total de con 12 vías señaladas solamente con los números impares: la general (1), dos de sobrepaso (3 y 5), siete de maniobras (del 7 al 19), la del muelle (21) y el apartadero particular detrás de éste (23).
El edificio de viajeros era de diferente diseño, de mayor tamaño que el habitual y estaba dotado con una pequeña marquesina.
Actualmente está habitado y gracias a eso presenta un magnífico estado de conservación. 
A la derecha de éste se encontraban el depósito, una de las dos aguadas (la otra estaba en el andén de las vías de sobrepaso y hoy ha desaparecido) y la caseta de enclavamientos, mientras que a la izquierda estaban los aseos.
Completaban el conjunto una rotonda (de la que ha desaparecido el puente), una báscula con caseta, el gálibo junto al almacén y el taller de la brigada de Vía y Obras.

Esperando al tren 

Salvaterra de Miño

En uno de nuestros paseos por un bosque cualquiera poblado de eucaliptos nos adentramos sin esperar nada por un viejo camino de carros que parecía conducir a ningún sitio. El camino era de origen centenario aunque sus piedras laterales demostraban una posterior rehabilitación. Unos pocos metros más y empezamos a observar pequeños vertederos de edificaciones de las que ya no quedaba nada.
Sin embargo luego aparecieron las primeras edificaciones de piedra tragadas por la hierbas. Se nos dio por recorrer los alrededores y encontramos casi una docena de casas más , todas ellas escondidas por la vegetación. Se trataba de casas cuya antigüedad podría abarcar desde el siglo XVIII o XIX hasta mediados del siglo XX. Casi todas eran de piedra excepto los galpones y parte de una vivienda de dos plantas en donde el cemento era el protagonista. Una de ellas destaca por el tamaño y la excelente calidad de su sillería y que parecer ser el centro del núcleo.
Recorriendo los aledaños nos encontramos con los pies de un hórreo, un pozo, una casa con horno tradicional, los restos de un lagar del siglo XX en los que aún se puede ver un poco de la “trabe” y varias edificaciones que tenían varias puertas, cosa que parecía demostrar un uso de almacén. De muchas solo quedan sus bases y otras sin embargo mantienen bien su estructura de paredes pues sus cubriciones han desaparecido.
La falta de agua corriente, electricidad y asfaltado nos remontan al siglo pasado y observando el vuelo americano de finales de los 60 se aprecia el terreno aún cultivado. Los grandes eucaliptos que crecieron junto a los muros de las casas y que se salvaron de varios incendios también parecen tener mucho más de medio siglo.
El terreno con forma de terrazas, los restos de lagares y la tradición vinícola de la zona hacen previsible una relación con la uva y el vino con esta aldea.
Sin embargo aún no hemos encontrado a nadie que nos pueda aclarar el nombre del lugar y de la aldea, si bien los mapas cartográficos denominan la zona como tal o tal, por lo que rogamos que si alguien lee estas líneas y conoce esta aldea nos dijera un nombre más preciso. El lugar se encuentra a poco más de 500 metros en línea recta del mítico Monte do Castelo y la capilla de la gran piedra que forma la capilla de la Asunción y por debajo y a escasos metros de los depósitos de agua de Salvaterra de Miño, un lugar de canteras abandonadas y alguna piedra con grabados en forma de cruz, posiblemente relacionados con la actividad de cantería.
No muy lejos, aunque ya fuera de esta aldea, existe una impresionante casona abandonada del siglo XVIII que se localiza muy cerca del Pazo das Barreiras y prácticamente en donde se ubicaría la desaparecida gran fortaleza de Santiago de Aytona, fortaleza relacionada con los fuertes de Salvaterra y las guerras lusas.


(Galicia Máxica