domingo, 22 de diciembre de 2019

Las Bellidas - Comunidad madrileña

En pleno Valle del Lozoya nos encontramos con este pequeño pueblo que es, sin duda, la imagen de pueblo abandonado que tenemos en nuestra mente. Su dejadez ha llegado hasta tal punto que la vegetación se ha convertido en dueña y señora de sus calles y de sus casas. Las Bellidas vio cómo sus habitantes comenzaban a marcharse en torno a mediados del siglo XX y desde entonces sólo recibe las visitas de turistas que buscan una visión diferente.
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Casa Fuerte de Vega de Arias


Es una pequeña casona fortificada que constituía un pequeño caserío a orillas del río Bullones, cerca de Tierzo. Se conserva prácticamente completo, aunque necesita una restauración. Según la tradición, por aquí atravesó el Cid por sus caminos del destierro de Burgos a Valencia. Lo cierto es que este enclave perteneció desde la repoblación del Señorío Molinés a diversas casas de la nobleza del territorio, entre ellas a las del Mayorazgo de Salinas, y luego a las de Castejón de Andrade. Esta casa fuerte también está relacionada con el control que se hacía de las cercanas Salinas de Almallá, explotadas desde tiempos celtíberos, romanos y árabes. En el siglo XVIII el estado ilustrado reconstruye estas salinas y el edificio pasa a ser propiedad de los Arauz de Robles, manteniéndose hasta nuestros días como casona agrícola.
Este edificio es obra del siglo XIII, de planta rectangular con fachada principal donde luce portón apuntado, adovelado, y con escudo de piedra. Varios ventanales estrechos y simétricos, y una serie de salones internos distribuidos en dos pisos, a los que se accede por un portal con pozo. Ante el edificio se abre un ancho patio de armas cerrado por un alto murallón almenado con albardillas al que se entra por un apuntado arco de sillería que se protege por elegante matacán. El edificio tiene algunas reformas posteriores del siglo XVII y XVIII que añadieron volúmenes, pero en conjunto se trata de la casa fortificada más completa y el conjunto de arquitectura civil medieval más representativo de la provincia.
Es en su ampliación cuando comienzan a levantarse torres y edificios para su defensa. De la época de su construcción se conserva el muro meridional y la muralla externa toda almenada, en la que se abre la puerta de entrada con un arco apuntado coronado por matacán.

Castillos del Olvido