viernes, 20 de septiembre de 2019

Torre de Vejezate (Socuéllamos, Ciudad Real)

La Torre de Vejezate (Socuéllamos, Ciudad Real) es un despoblado que se localiza al borde del río Záncara, afluente por la derecha del río Guadiana. Entre los siglos XIII y XV, fue sede de una Encomienda de la Orden de Santiago.
Posee señales de poblamiento a ambos lados del Záncara y restos de lo que fue una fortificación en la margen izquierda, sobre una pequeña elevación desde la que se controla un amplio sector de la zona y el vado del río. Su situación fue primordial para que el lugar, salvo en algunos períodos históricos, siempre estuviera poblado. Durante el período andalusí, tanto por su propia referencia toponímica como por los testimonios arqueológicos que allí se encuentran, parece que fue el único lugar que alcanzó una relativa importancia en toda esta amplia zona de la Meseta central.
En la concordia que estableció los límites entre las Órdenes de San Juan y Santiago del año 1237, el lugar aparece citado como La Mancha de Haver Garat, siendo la primera vez que aparece el topónimo La Mancha en la documentación medieval:
Entonces la Ruidera tengan los frailes de Uclés, y partieron por medio con la Moraleja por soga, y de este mojón a la Mancha de Haver Garat, a tanto que llegue con el otro mojón que está entre Criptana y Santa María, y de este mojón que está entre la Moraleja y la Roidera sale el valle arriba a la carrera que va de la Ruidera a Alhambra y recude al Pozo del Allozo.
En 1256, Alfonso X concedió a Pedro Fernández, Comendador de Segura, el cortijo de Abeyezat, con todas sus tierras, pastos, aguas y fuentes; y con él, a la orden de Santiago. A finales del siglo XIII pasó a ser la cabeza de la Encomienda de dicha orden en la comarca, que aquí se trasaladó desde su primer asiento en Villarejo Rubio. Ya como Encomienda, estuvo a cargo de Gonzalo Ruiz; y en 1298, de Antón Ruiz, probablemente de la misma familia. A lo largo de los siglos XIV y XV la Encomienda pasó a manos de las familias Céspedes y Mexía, parientes de algunos de los maestres de la Orden de Santiago.

(Wikipedia)

Tiermas – Zaragoza

Despoblado perteneciente a la provincia de Zaragoza y perteneciente también a la comarca de la Jacetania. A orillas del río Aragón junto al embalse de Yesa.
De esta antigua villa medieval del pre-pirineo aragonés, tan sólo queda la parte alta, el resto ha desaparecido entre las aguas del embalse como sus hermanos Escó y Ruesta. La construcción del pantano les dejó sin tierras para cosechar exceptuando a dos vecinos que las consiguieron mantener y se quedaron en el pueblo hasta el día de su muerte.
Tiermas, en su momento denominado Thermae, y que tiene sus orígenes junto a las fuentes termales de la época romana, llego a ser un pueblo con cuatro barrios. Su fundación tuvo lugar en el siglo XIII por Pedro II de Aragón, con el objetivo de proteger a la población de las frecuentes guerras por lo que la población contó en su momento un puente medieval del que ahora no quedan restos.
Tiermas también albergó, o fue albergado mejor dicho, por unas murallas y un castillo en lo alto del terreno.
Pero esta altura que en su momento fue garantía de defensa, pasó a ser una molestia para cuidar y contolar sus campos de cultivo, por lo que poco a poco fueron apareciendo pequeñas edificaciones a la vera del río que dieron lugar a la grandeza de Tiermas.
Llegando a alcanzar una población durante el siglo XX de entre 700 y 1000 habitantes, sus barrios contaban con comercios, bares, locales de baile y un futuro por delante.
Tiermas gozaba de todos los servicios y la expropiación forzosa por parte de la Administración llevó a su despoblación y posterior abandono.

Pueblos del Olvido