viernes, 18 de noviembre de 2016

Guendulain - Navarra

Los peregrinos jacobeos que hacen el trayecto entre Cizur Menor y Puente la Reina, poco antes de comenzar el ascenso por el legendario puerto del Perdón pasan junto al antiguo caserío de Guendulain, un núcleo escondido a los pies de un cerro, dominando una hermosa panorámica de la zona.

Peligro de derrumbamiento
El cogollo principal contaba antiguamente con treinta y cinco casas, incluyendo el ayuntamiento, la cárcel y la escuela, y una población de más de ciento cincuenta habitantes dedicados al cultivo de cereal y a la cría de animales: vacas, ovejas y caballos. Los terrenos circundantes eran ricos en caza y en las noches invernales no faltaba la presencia de lobos, abundantes en la zona.
La estampa actual de Guendulain es bastante más desoladora y recibe al visitante con algunas placas que advierten del peligro de derrumbamientos. Sobre una terraza del terreno se alzan sus dos construcciones más singulares, la iglesia de San Andrés y el palacio, separados por varios árboles de troncos secos. El templo, de buena planta, cuenta con una hermosa torre y un atrio de tres arcos que da acceso a la portada, con ornamentos neoclásicos. El interior, de una sola nave, exhibe aún algunas nervaduras y tal vez esconde un pasadizo que tiene salida a pocos metros del edificio. No lejos de la iglesia está el cementerio y en dirección opuesta, dominando una suave ladera se encuentra el palacio, que muestra sus decrépitos muros cubiertos de hiedra. Al traspasar la entrada, extremando las precauciones, se descubren los vestigios de un elegante patio sostenido por columnas, en cuyo centro alguna vez hubo un pozo, hoy anegado.

(Pilar Alonso y Alberto Gil)

No hay comentarios:

Publicar un comentario