domingo, 15 de octubre de 2017

Estación de Navalcarnero

Más de diez años han pasado de la primera promesa de un transporte ferroviario para Navalcarnero, un municipio de 20.000 habitantes situado en el suroeste de la Comunidad de Madrid. 10 años de despropósitos, culebrones, paralizaciones y muchos millones de euros invertidos en hacer un túnel a ninguna parte. 
Corría el año 2003 cuando en plena burbuja inmobiliaria la Comunidad de Madrid planteó la construcción de un metro ligero para dar amparo a la construcción de más de 5.000 viviendas que duplicarían la población del municipio. La viviendas no llegaron, ni llegarán nunca ante el exceso de oferta construida y el enorme stock de suelo más próximo a la capital pero, después de idas y venidas, en 2009 se empezaron las obras de lo que iba a ser la primera línea de cercanías privada de España. Un ramal concesionado a OHL durante 20 años que pasó de presupuestarse en 190 millones de euros a contratarse por 366. A día de hoy la historia es conocida: en 2012 la empresa abandonó las obras y cegó los túneles dejando enterrados bajo Móstoles más de 150 millones de euros a la espera de mejores tiempos o que el Gobierno regional se haga cargo de la obra y acabe la línea.

(Ecomovilidad)

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