jueves, 2 de marzo de 2017

Casa Bango - Asturias

HISTORIA.
Esta típica casa solariega fue construida en el siglo XVIII por la familia Bango siguiendo las líneas estéticas de las antiguas quintanas asturianas. Sus 400 metros cuadrados se levantan cerca del pueblo de Barreo, en una zona privilegiada próxima a la costa de Gozón.
Varios siglos después, la finca fue adquirida por el adinerado Ángel Álvarez, un fabricante de ataúdes conocido con el apodo de “el Difuntín” debido a la larga saga familiar dedicada a los negocios funerarios. Este es el motivo por el cual la casona también recibe el nombre de “Torre Difuntín”.
El nuevo propietario mandó ampliar el edificio con una torre de cinco pisos que consta de un impresionante mirador acristalado en la parte superior desde dónde puede verse el mar y el puerto de Avilés.
Durante la Guerra Civil, la casa fue ocupada por ambos bandos y, tras la muerte de Álvarez, tuvo varios propietarios desconocidos.
Desde 2006, este inmueble es propiedad del conocido restaurador vasco Koldo Miranda, que la adquirió con la pretensión de convertirlo en un complejo hotelero aunque nunca se decidió a empezar la obra. A día de hoy, la finca se vende por 350.000€.
La estructura de la casa se ha visto seriamente dañada con los años. Las grietas y la lluvia han debilitado y empeorado su estado . Además, en el año 2011, un incendio calcinó los dos primeros pisos de la torre principal, propiciando su derrumbe. El interior de la original “Casa de Bango” ha quedado repleta de escombros en la mayoría de las habitaciones. Sólo la entrada, el salón, la cocina y un par de habitaciones mantienen el aire decadente propio de un abandono. A pesar de el mal estado en la que se encuentra, esta casona sorprende por la cantidad de reliquias que preserva en su interior.

(Decadencia urbana)

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