En la estación de Oña se da la paradójica situación de que, mientras el edificio de viajeros está más o menos bien conservado y el almacén ha sido restaurado y convertido en un polideportivo, el resto de las instalaciones están completamente destruidas y prácticamente ocultas por la maleza.
Así, la marquesina de la vía de sobrepaso es una ruina total que incluso resulta difícil de ver entre la auténtica “selva” que crece entre los raíles.
En los alrededores de la estación de Oña encontramos numerosas fábricas y edificios abandonados, como este situado justo encima de la playa de vías.
(Esperando al tren)
No hay comentarios:
Publicar un comentario