Madrid no tiene playa. Pero el Río Manzanares ofreció hasta hace no mucho la posibilidad de soñar con ello y disfrutar de un baño, sin olas, al aire libre.
Durante la II República se creó un embalsamiento del Manzanares aguas arriba de la capital, camino de El Pardo. La arena y las sombrillas, las barquitas y los nadadores componían una estampa del litoral, si no fuera por la presa que conseguía retener las aguas.
El complejo público y familiar fue degradándose a medida que el río se contaminó e hizo imposible los baños. Cerró hasta el siglo XXI en que fue cedido para explotación privada al empresario Arturo Fernández que trató de relanzarlo pero acabó en la ruina.
Actualmente se puede ver los restos de los edificios, zonas deportivas y de picnic pues un camino pasa frente a lo que queda de esta no playa de Madrid.
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