Arasilla es uno de los muchos despoblados medievales que encontramos dentro de los límites de la comarca del Alto Gállego. Se sitúa a 1.6 kilómetros al sureste de Ipiés, en línea recta. Estamos ante una de las viejas poblaciones medievales que con el paso de los siglos fueron reconvertidas en pardinas. Y es que gran parte de nuestras pardinas tienen su origen en antiguas poblaciones medievales, generalmente deshabitadas durante los siglos XIV y XV, que alguna persona aprovechando los edificios y las piedras mantuvo en uso.
Arasilla aparece citado en diferentes documentos de época medieval, en uno del cartulario del monasterio de San Andrés de Fanlo se cita a López Iñigones de “Arasiella” que actuó como testigo de una compra por el abad Banzo en Grasa.
De la vieja población medieval lo más destacado son las ruinas de lo que fue su iglesia parroquial, dedicada a Santiago. Su estado de conservación deja mucho que desear, tan solo conserva unas cuantas hiladas de sillares desde su arranque. Es un templo de una sola nave rematada en ábside semicircular. El interior está totalmente conquistado por la maleza. El templo es fechable en la primera mitad del siglo XII.
Unos metros al oeste de la iglesia, situada sobre una zona todavía más elevada, encontramos la planta de lo que fue una vieja torre defensiva de las muchas que encontramos repartidas por todo el Pirineo. Apenas hay unos cuantos sillares que guardan memoria de la misma.
No es fácil llegar a Arasilla. Personalmente recomiendo ir a pie desde Ipiés, a ser posible llevando las coordenadas. De no ser posible, hay que tomar dirección sureste y dirigirnos a la cota más alta, allí es donde está situada la pardina, que no se ve.
Publicado por Cristian Laglera
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