Este pueblo castellano contó con una gran estación (de segunda categoría) desde el origen de la línea.
Para la circulación disponía de dos vías de sobrepaso y para el muelle existía otra vía terminada en topera.
Originalmente tenía dos depósitos de agua (que aún se conservan), aguadas, dos grúas hidráulicas y una báscula.
Además de los edificios habituales, en Peñafiel también había una casa para empleados y una minúscula cantina que se construyó en 1956.
Las múltiples industrias que se instalaron en los alrededores eran servidas por vías secundarias que partían de las de sobrepaso y que se adentraban en las factorías, como la de azucarera Santa Victoria o la química Cros.
También se daba servicio a los silos de la Sociedad Cerealista Española y en los años 40, ante la necesidad de cargar remolacha, se instaló una vía de playa de más de 250 metros de longitud.
El edificio de viajeros se encuentra tapiado actualmente y el de los servicios presenta un estado lamentable.
Esperando al tren
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