Debido a la construcción del embalse de Benágeber, en los años 50, y al empecinamiento de sus habitantes que se resistían a que desapareciera sin más, hoy hablamos de tres pueblos que se llaman igual: el Benágeber original, sepultado bajo las aguas del embalse; el pueblo que levantaron a unos 5 kilómetros de este emplazamiento los habitantes que se vieron obligados a abandonar sus casas; y el poblado que habitaron los trabajadores en la década de los 40 (conocido como Pantano de Benágeber) durante los años que duró la construcción; al finalizar éstas en 1955, la mayoría emigró, pero no todos, porque el censo de 2012 dice que todavía viven en él 13 personas.
Otro dato singular: parte de la población del Benágeber original se trasladó a otras ubicaciones, levantando dos pedanías más con el apellido Benágeber: San Antonio y San Isidro.
(Traveler)
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